Pintura de diamantes: Claudia McKinney
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Mi misión es crear arte significativo que espero te inspire.
Soy madre de cuatro hermosos hijos y esposa de Michael.
Vivo en un pequeño rancho en el sur de California con dos perros, cinco gallinas, un gallo y dos pavos.
Acepto pedidos para uso personal o comercial.
En los últimos años he tenido un gran éxito en la publicación de mi trabajo en todo el mundo. A través de esto, he encontrado maneras de compartir lo que Dios ha hecho en mi vida.
Algunas de las obras de arte terminadas actúan un poco como un diario escrito... describiendo lo que estaba pensando, sintiendo o rezando. Alegrías, tristezas, expectativas - en cada una de mis obras.
En 1998, de repente me golpeó una enfermedad grave y me quedé ciego. Es una larga historia, pero digamos que tuve un milagro. Me dijeron que no viviría para ver a mi hija llegar a la edad adulta y luego, por la gracia de Dios y la intercesión de San Padre Pío de Pietrelcina, me curé milagrosamente. Antes de eso, nunca había hecho ningún arte como tal (excepto lo que haces de niño o con tus propios hijos), luego, después de mi curación milagrosa, Dios me guió al trabajo que hago ahora. Él tenía un plan para mí. Si quieres la historia completa de mi milagro, no dudes en contactarme. <3
Dedico este sitio y mi trabajo a Cristo, quien me ha dado todos los éxitos y bendiciones y me ha permitido mantener a mi familia a través del trabajo que más amo.
Soy madre de cuatro hermosos hijos y esposa de Michael.
Vivo en un pequeño rancho en el sur de California con dos perros, cinco gallinas, un gallo y dos pavos.
Acepto pedidos para uso personal o comercial.
En los últimos años he tenido un gran éxito en la publicación de mi trabajo en todo el mundo. A través de esto, he encontrado maneras de compartir lo que Dios ha hecho en mi vida.
Algunas de las obras de arte terminadas actúan un poco como un diario escrito... describiendo lo que estaba pensando, sintiendo o rezando. Alegrías, tristezas, expectativas - en cada una de mis obras.
En 1998, de repente me golpeó una enfermedad grave y me quedé ciego. Es una larga historia, pero digamos que tuve un milagro. Me dijeron que no viviría para ver a mi hija llegar a la edad adulta y luego, por la gracia de Dios y la intercesión de San Padre Pío de Pietrelcina, me curé milagrosamente. Antes de eso, nunca había hecho ningún arte como tal (excepto lo que haces de niño o con tus propios hijos), luego, después de mi curación milagrosa, Dios me guió al trabajo que hago ahora. Él tenía un plan para mí. Si quieres la historia completa de mi milagro, no dudes en contactarme. <3
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